viernes, 19 de junio de 2009

Dejad que los niños se acerquen a los Friedmans

El tema es por demás incómodo, es particularmente y verdaderamente incómodo, aborda una triste realidad. El mundo ha de conocer la espantosa verdad detrás de personas comunes y corrientes, pero también ha de dudar y ser expuesto al análisis mas riguroso en cuanto a justicia se refiere, de conocer a todos los artífices en un sistema que pende de un hilo en cuanto a credibilidad. Andrew Jarecki nos muestra un documental compuesto parte con testimonios actuales, parte con diarios en video de una de las familias mas infames de Nueva York, acusada de realizar con menores de edad actos dignos de la lejana y mítica Sodoma.
La intimidad a la que el espectador es expuesto resulta incómoda, es un tema por demás fuerte que no todos digerimos, no cuesta trabajo imaginar que una mente de lugar a semejantes suplicios mentales y físicos hacia los niños. Pero, ¿Que hay detrás de esto?. El documental aborda los diferentes puntos de vista, tantos y de diferentes matices que llegan a confundir al espectador por momentos por lo que un trabajo minucioso en develar quien es quien, donde y cuando, puede hacernos llegar a conclusiones diferentes cuantas veces seamos expuestos al material fílmico.
El archivo que el realizador utiliza para darnos una mirada mucho mas sincera e íntima, resultan ser videos caseros de momentos incómodos entre los miembros de la familia, esta estructura se adereza perfectamente con la temática central, pero lo interesante y creo yo, maneja muy bien Jarecky, es la objetividad que un documental tiene que manejar.
La polaridad entre declaraciones de testigos, familiares, autoridades y los mismos miembros nucleares de la familia, dan lugar a un sin fin de contradicciones, es fácil perderse entre la maraña de declaraciones, porque así como profanar a un niño es propio de una mente turbia, el manejo de la información y las declaraciones resultan igual o en mayor grado. Recordando un poco las críticas en clase y los comentarios, por supuesto que es de notar que la sociedad norteamericana, es y será siempre, sensible en cuanto a estos temas, la exposición de entidades que atenten contra el american dream, o el american way of life, de suburbios y tranquilidad, es de temer, irse por la tangente y si se puede, meter un poco la cuchara para hundir mas a quienes atenten contra los valores sacrosantos yanquis es la norma, ¿Como es posible que un maestro de escuela y su hijo puedan llegar a tanto?... Cuesta trabajo creerlo, y verdad o no verdad, a conciencia de los implicados, es mejor pasar a un lado en el sepelio, aventar un puñado de tierra e irse a casa a glorificar la propia inocencia.

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