20 years ago...

¿What in Tarnation?... Como lo pude encontrar en internet, la palabra que da título al documental de Jonathan Caouette es el eufemismo del anglosajón Damnation (gran película de Bela Tarr por cierto), y coloquialmente se refiere a incertidumbre.
¿El documental obedece al título?, pienso que si, en la medida en la que Jonathan deambula por el mundo sobre un camino que le lleva a esconderse de un pasado, que irónicamente, ha recopilado a lo largo de los años, que sin embargo a su temprana edad de 11 años no maquila como una pieza fundamental en la resolución de esas dudas e incertidumbre que acompañan su vida, que a mi parecer es por demás aleatoria e improvisada.
El documental grabado a lo largo de 20 años, nos refleja y expone de manera fiel, auténtica y honesta, la vida del protagonista y realizador que a su vez hace las veces de testigo voyeurista de su pasado, es interesante como a través de los años reabre esa caja de Pandora que da sentido a su condición actual, que le ha llevado a estar parado en donde está, la tortuosa pero admirable relación que tiene con su madre. Quiero pensar que a lo largo del proceso de montaje y edición, el realizador pudo realmente observarse a sí mismo, llegar al punto en el que su vida puede ser vista desde afuera, como espectador, algo que me parece muy bien aprovechado.
Este tipo de introspección, es a mi parecer envidiable, ya que abarca momentos claves, momentos que el consideró al momento de armar el documental cargados de una importancia tal, que dejo de lado cualquier otro tipo de material registrado, es la total y absoluta muestra de un montaje sincero que obedece a la propia experiencia personal de quien a su vez, es protagonista de la propia diegética.
El estilo manejado a mi parecer es acertado, que si bien puede aparentar pecar de efectos banales o sobrados, hacen una alución so pena de caer en el cliché, del contenido onírico que es intrínseco en el recuerdo vago de quien observa el pasado. El montaje pretencioso no es mas que el eufemismo de la crudeza que se deja atrás en medio de una plástica Pop. El documental deja entredicho la pena y la amargura del trágico personaje que transita dolorosamnete el mundo, no es necesario la orquestación de poética, tampoco la artimaña melodramática, las imágenes se adornan deliberadamente para cargarlas con un peso de universalidad sensitiva.
La narrativa obedece a la merced del director, que si bien es totalmente lineal no cae en un recuento de daños, sino en la contemplación activa y veraz de un pasado que es palpable aún 20 años después, de un pasado que al realizador no le toco vivir, pero que pudo conquistar mediante el diálogo con sus abuelos y madre y que por ende le ayuda a reconstruir su propio presente. El predominio de la figura materna, aún cuando se trate de un niño frente al espejo actuando un drama familiar, es indicio de una busqueda de pertenencia, de raíces psicológicas, de encontrar el "por eso soy", y no inmiscuirse por el "¿Quién soy?".
La figura materna nos expone aún mas ese dejo de desnudez del realizador, la mirada tierna pero deprimente de un hijo que tiene frente de sí una imágen Baconiana dotada de líneas perimétricas que degradan un acercamiento y que comprometen a la persona a vivir en la prisión mental que años atrás le fue confinada.
En un sentido personal, es para mí admirable la dedicación por el realizador de ese acercamiento, esa búsqueda por indagar en su pasado teniendo como médium a su madre quien lleva cargando el martirologio de quienes son presas de la insanidad.
Jonathan nos explica un viaje que podría parecer en apariencia pesimista, pero que por el contrario es dotado de sutiles y bellos momentos que develan un ser cargado de inocencia, de curiosidad y pasión por la familia, que en este caso para el, es constituída por un miembro que al parecer no tiene conciencia de ello.
Tarnation es un documental en toda la expresión de la palabra, es una oda al amor y a la búsqueda de la superación vía el autoconocimiento y la retrospección que jamás había visto.